La felicidad personal depende de muchas variables según cada quién, pero la ciencia ha demostrado que existen 5 hábitos que la activan y que todos pueden practicar.
Definir lo que es la felicidad es complicado por sus diversas interpretaciones. Los filósofos han tratado a lo largo de la historia descifrar esta incógnita, pero, en lugar de obtener una respuesta, han dado con varias.
Lo llamativo sobre este tema es que, aún con todos los esfuerzos, no existe una definición clara sobre la felicidad. Cada persona tiene su propia perspectiva, sus propias variables y factores que alteran todos y cada uno de los caminos hacia este estado. En resumen. la felicidad es tan única como las personas que la experimentan y, tal vez, en esta diversidad radica la verdadera magia de este concepto.
Hay quienes la relacionan con el placer y la satisfacción. Visto desde esta perspectiva podría significar que experimentar estas emociones positivas como la alegría es la felicidad.
Un antigüo filósofo griego, Epicuro, creía que la felicidad se alcanzaba con la búsqueda de placeres simples y eviando el dolor, pero por otra parte, los noruegos practican el método Kos y creen que esta filosoía esconde el secreto de su felicidad.
Desde los tiempos de Aristóteles se ha dicho que la felicidad se relaciona con la autorrealización y la búsqueda de un propósito en la vida, pero los psicólogos modernos tienen un punto de vista distinto y definen la felicidad en términos de bienestar psicológicos. El estar satisfecho con la vida, la autonomía, el sentir que pertenecemos a algo y la realización personal aportan felicidad a uno y es en base a esta perspectiva que se da la idea de que la felicidad es un estado mental y emocional saludable
Varios filósofos creen que la felicidad se vincula con nuestras relaciones con las demás personas, que la calidad de nuestras conexiones sociales y nuestra capacidad de amar y ser amados desempeñan un papel fundamental en nuestra percepción de la felicidad.
En la filosofía oriental se argumenta que la felicidad se encuentra en el equilibrio y la armonía con el mundo que nos rodea y esto implica el hecho de aceptar las cosas como son y vivir el presente sin apegos ni deseos excesivos.
Ahora, uno al conocer todas estas variables puede sentir que no hay nada concreto para lograrlo, pero National Geographic realizó un análisis sobre este tema y descubrió los 5 hábitos más sencillos que todos pueden impletar y son los siguientes:
1- Identifica tus Emociones
Un estudio publicado en National Libraru of Medicine resalta la importancia de etiquetar nuestras emociones. Según esta investigación, al ponerle un numbre a lo que sentimos, estamos frenando la actividad de la amígdala, que es la encargada de las emociones y se activa normalmente al experimentar emociones de manera intensa.
Los psicólogos avalan este pensar y sufieren que el escribir o hablar de las emociones que uno tiene en un momento puede llegar a ser beneficioso. Esto nos permite procesar el sentimiento y nos ayuda a distanciar el problema al mirarlo desde un punto de vista más objetivo.
2- Dedica tiempo a socializar aunque cueste.
Las personas son sociables por naturaleza. No podemos desarrollarnos correctamente sin un entorno social que nos apoye. Es por ello que el dedicar un momento del día a ser más sociables es una de las claves para irnos a dormir más felices y hay dos teorías que lo demuestran.
Una investigación hecha por Harvard, la cual analizó varios casos, determinó que el denominador común era la calidad de sus relaciones y que, gracias a esto, eran más felices.
Por otra parte, el sociólogo Mark S. Granovetter presentó una teoría en la década de los 70 la cual decía que los lazos débiles estimulan nuestro cerebro, nos hacen más creativos y aumenta la adaptabilidad frente a los cambios venideros.
3- Hacer ejercicio.
El deporte siempre se asoció con una calidad de vida mejor y esto se ha demostrado con varios estudios que afirman que las personas que hacen deporte gozan de más salud mental que aquellos que no realizan ejercicio alguno
Desde siempre se ha asociado el deporte a una mejor calidad de vida. Y es que la cita latina ‘mens sana in corpore sano’ ya ha sido corroborada por la ciencia en la actualidad. Un estudio de las universidades Oxford y Yale publicado en The Lancet demuestra que practicar ejercicio proporciona más felicidad que la riqueza.
4- Abrazar.
El acto de abrazar a alguien produce que el cuerpo nuestro segrege oxcitocina, una hormona realcionada con el placer, y además libera serotonina y dopamina, ambas encargadas de producir un estado de buen humor. Esto deriva en una agradable sensación de armonía y plenitud que es una dósis de bienestar para nuestro cuerpo y alma.
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